Cómo ponerse un sujetador

Cómo ponerse un sujetador

La moda íntima empieza ha promocionarse desde la pasarela, siguiendo por los medios de comunicación , hasta llegar a los escaparates de la tienda. Los diseñadores de las primeras marcas definen las tendencias de la temporada, formas, tejidos, colores, estampados, encajes de última generación, un amplio abanico de posibilidades.

Precisamente por disponer de una gran cantidad de marcas, de modelos, patronajes, tejidos,etc… no siempre es fácil encontrar el sujetador perfecto o la braguita más cómoda a nuestro cuerpo, de ahí, la necesidad de que una persona que nos asesore, de un profesional en la materia que nos aconseje qué prendas nos van a sentar mejor, qué relación tiene una marca en cuanto a calidad-precio, composición de los tejidos y cuidado de la prenda una vez en casa. Estos son algunos de los consejos que sólo nos puede facilidad el comerciante y que desde luego, resultan imprescindibles para un resultado y una satisfacción óptima.

Aunque parezca increíble, hay muchas mujeres que no saben ponerse un sujetador o dicho en otras palabras, no se lo colocan correctamente.

Lo primero es encontrar la talla y el modelo más adecuado a nuestro pecho, asesoramiento que recibiremos en una tienda especializada.
El siguiente paso una vez nos han proporcionado el modelo más favorable a nuestro pecho, en nuestra talla y comprobado que también el contorno es la medida que necesitamos, recurriendo a copas especiales o a retocarlo si es necesario, nos lo ponemos abrochando los corchetes de la espalda. Lo ideal es abrochar en la primera posición , así nos quedará un margen para cuando las gomas empiecen a ceder.
Ya abrochado, es muy importante bajárselo de la espalda para formar un ángulo recto con los tirantes y al mismo nivel de la parte inferior delantera. Una vez puesto al mismo nivel, veremos si es necesario acortar o alargar los tirantes. Este ángulo recto de la espalda con los tirantes, quedando al mismo nivel corchetes con parte inferior de los aros , es lo que va a facilitar el trabajo de nuestra espalda durante el resto del día. Si el contorno de la espalda queda demasiado arriba, nuestra espalda trabajará más para soportar el peso de los pechos y tenderemos a curvarnos hacia delante. De ahí dolores cervicales y de espalda, además si sube de la espalda, evidentemente el pecho tendera a bajar, haciendo un efecto caído.
El siguiente paso es comprobar la abertura de los aros. Dentro de una misma talla de sujetador, hay pechos más redondos, más o menos separados o excesivamente juntos. Para esos pechos que nacen desde la parte posterior de las axilas, es sumamente necesario abrir los aros para que no se claven. Los aros son flexibles por esta razón, para adaptarlos al pecho de cada mujer, abriéndolos o cerrándolos.
Si nos ponemos un sujetador con relleno o tipo push up para aumentar el tamaño y juntar más, una vez hayamos abrochado la prenda, desplazaremos los pechos hacia el centro, insertando la mano dentro de cada copa y juntando ambos para conseguir el efecto “canalillo”.
Y por último, para la elección de aquellos sujetadores preformados, sin costuras y de tejidos suaves, por favor, para las más despistadas, vigilad que los dos pezones estén en línea, resulta muy antiestético que uno este en la capital ,mientras el otro apunta hacia Málaga.
De todas formas, si vuestra elección es una tienda especializada con diversidad de marcas y modelos y buenos profesionales al frente, cualquier problema o duda está resuelta.

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